Antillas Holandesas
La conforman tres pequeñas islas caribeñas dependientes de los países bajos: Bonaire con 288 kilómetros cuadrados, ubicada sobre las costas de Venezuela y dentro del grupo que antes se conocía como Holandesas de Sotavento o islas ABC. Y San Eustaquio y Saba, mucho más pequeñas y de origen volcánico, que quedan dentro del grupo al que se llamaba islas S, u Holandesas de Barlovento, aunque en realidad integran el grupo de Sotavento de las Pequeñas Antillas. En el pasado estuvieron integradas dentro del conjunto de las Antillas Neerlandesas, que tenían todas un mismo estatus, pero primero Aruba, en 1986, y luego San Martin y Curazao, en 2010, se convirtieron, tras sendos referéndums, en países autónomos dentro del Reino de los Países Bajos, rechazando la total independencia. Estas tres, Bonaire, Saba y San Eustaquio, sin embargo, optaron por tener el rango de Municipios Especiales neerlandeses, por lo que todas continúan disfrutando, en realidad, de todos los derechos adjuntos a la ciudadanía holandesa. En estas tres, que son de muy pequeño tamaño, hay buenas playas de arena blanca, submarinismo de calidad y una enigmática influencia holandesa en la comida, el idioma y en la arquitectura colonial.