Su territorio comprende una cadena de islas, arrecifes e islotes que se extienden desde la costa estadounidense de Florida hacia la República Dominicana. Esparcidas cual tesoro pirata por ciento sesenta mil km² de aguas turquesa, este archipiélago de caribeño es un auténtico paraíso. Moteado de tonos verde y plata como la paleta de un artista, es un destino que invita a la exploración. Bastaría con preguntar a Cristóbal Colón, quien en 1492 se topó con sus paisajes calizos y cambió el curso de la historia. Pero la aventura no terminó con la Niña, la Pinta y la Santa María; ya que después corsarios, desertores, y hasta contrabandistas de ron, recalaron durante siglos en las costas de sus setecientas cincuenta islas, de las cuales sólo una treintena están hoy día habitadas Navegar por los cayos Loyalist, en las históricas islas Ábaco; divertirse hasta el alba en el sofisticado resort Atlantis de la isla Paraíso; sumergirse en los inquietantes cenotes de Andros; recorrer en kayak los 365 cayos de Exuma; relajarse en las playas de arena rosada de Eleuthera; o reflexionar sobre los piratas en Nasáu, son sólo algunas de las cosas que se pueden hacer este país que ofrece una isla para cada sueño de agua y arena, con un fascinante fondo azul.
