Curazao
Ubicada frente a las costas de Venezuela, a unos cincuenta kilómetros de la costa noroccidental, formó parte, junto con Aruba y Bonaire de las islas ABC u Holandesas de Sotavento, que con las pequeñas San Martin, Saba y San Eustaquio componían la figura administrativa denominada Antillas Neerlandesas. En 1986, Aruba decidió a través de un plebiscito separarse del resto de las Antillas Neerlandesas y constituirse en un Estado autónomo dentro del Reino. Decisiones similares tomaron Curazao y San Martin durante los años 2000, lo que llevó a la definitiva disolución política de las Antillas Neerlandesas, el 10 de octubre de 2010. El cambio de estatus fue simbólico en su mayor parte, porque los territorios insulares de las Antillas Neerlandesas ya se gobernaban a sí mismos en gran medida, y los habitantes de Curazao siguieron siendo, sin cambio alguno, ciudadanos de los Países Bajos. El monarca neerlandés continúa siendo el jefe de Estado, representado un Gobernador General, y el Gobierno holandés mantiene sus responsabilidades sobre las relaciones exteriores y la defensa, aunque el nombre correcto, y oficial, es País de Curazao. Su economía se basa en la combinación del comercio con la vieja Willemstad, reconocida por la Unesco, con el turismo de lujo en playas recoletas por toda su exuberante costa. Y, en general, es una fiera conjunción de locura urbana, vistas panorámicas y ganas de vivir.