Georgia
Nación orgullosa, con una cultura rica, primores arquitectónicos y paisajes subyugantes, está situada en la parte central y occidental de Transcaucasia, a orillas del mar negro, en el límite entre Asia occidental y Europa oriental. Con iglesias y atalayas salpicando unos fantásticos paisajes montañosos, y verdes valles de viñedos, dicen de Georgia que es uno de los países más bellos del mundo, con oportunidades ilimitadas para el senderismo, los paseos a caballo, el esquí, el rafting y el parapente. Dentro de su territorio se alzan picos espectaculares, acechan lobos, osos y hienas, los ríos corren por escarpados desfiladeros, y los montañeses adornan altares de piedra con cuernos de cabras sacrificadas. Los georgianos son piadosos, vitales y hospitalarios. Esta república exsoviética se proclama cuna del vino, y en ella se considera a los huéspedes una bendición, a la que hay que hacer partícipe de la cultura nacional, donde la festiva camaradería es la esencia del vivir. Una historia compleja la ha dotado de una mezcla de influencias culturales, y de un maravilloso patrimonio artístico y arquitectónico, dentro del que destacan sus ciudades rupestres y esos inimitables lienzos de Pirosmani. Es también un país que pugna por encontrar su lugar en la realidad occidental del siglo XXI, y su hueco dentro del mundo viajero, presentándose ante él con modernos y llamativos edificios, y unas cada vez mejores infraestructuras y atenciones orientadas a los visitantes, para poder demostrar, por derecho, que es un tesoro de la región del Cáucaso que espera ser descubierto.