Guadalupe
Es un pequeño archipiélago de las Antillas, en el mar Caribe, con estatus de departamento de ultramar francés y, por lo tanto, de región ultraperiférica de la Unión Europea. Se encuentra a seiscientos kilómetros al norte de las costas de América del Sur y al sureste de la República Dominicana. Antiguamente era conocido como Karukera, se llamaba Karukera, islas de las bellas aguas, pero Cristóbal Colón las rebautizó en honor a la Virgen Santa María de Guadalupe. La cultura creole local las llama Gwada. Además de la isla principal, dividida en dos partes, Grande-Terre y Basse-Terre, forman parte del archipiélago las islas de Marie-Galante, la Désirade, Les Saintes y Petite-Terre. St. Barthelemy y la parte francesa de San Martin, se separaron del conjunto en 2007, y se convirtieron en sendas colectividades de ultramar. Todas tienen origen volcánico y relieve montañoso, en especial Basse-Terre, donde hay un volcán activo, y forman parte de las islas de Sotavento, en las Pequeñas Antillas. El clima es tropical lluvioso, y los suelos son fértiles, lo que las hace aptas para el cultivo de caña de azúcar. Las laderas de las montañas están cubiertas por bosques maderables que, desgraciadamente, son irracionalmente talados. Cada una de las islas de este fascinante archipiélago ofrece algo distinto, sin renunciar a su rica cultura e identidad franco-caribeña. Las dos islas principales parecen las alas de una mariposa y están unidas por un par de puentes y un manglar. Grande-Terre, la parte oriental, tiene una serie de ciudades costeras con bellas y tranquilas playas, y una gran oferta de actividades. Mientras que la occidental, la montañosa Basse-Terre, alberga el fantástico Parque Nacional de Guadalupe, coronado por el espectacular volcán La Soufrière. Son, en definitiva, uno de los destinos más vírgenes y evocadores de las Antillas que, si se puede, bien merecen una visita.