India
Cualquier periplo por este alucinante y enorme país, con su espectacular mezcla de gentes, tradiciones y paisajes, permanecerá en el recuerdo del viajero durante largo tiempo, elija el itinerario que elija. Porque es tan inmenso y diverso, que ofrece muchas y muy variadas opciones. Desde los imponentes picos nevados de las montañas del norte hasta las sofocantes playas bañadas por el sol de la costa sur, prácticamente todo el territorio resulta impresionante. Y junto con abundantes bellezas naturales, templos de exquisita labra despuntan majestuosos en los desiertos, y antiguas fortalezas semiderruidas vigilan profundas quebradas. Quienes amen los espacios abiertos pueden buscar grandes felinos en safaris por la jungla, remar o nadar en las aguas resplandecientes de hermosas playas de arena, emprender arduas caminatas en el alto Himalaya o limitarse a aspirar el perfume de los pinos mientras se medita y pasea por algún precioso bosque. La espiritualidad es la nota común en el variado lienzo que es la India actual. La infinidad de lugares sagrados y ritos antiquísimos atestigua la apasionante y a veces tumultuosa historia religiosa del país. Y luego están las fiestas. La India acoge algunas de las celebraciones piadosas más deslumbrantes del mundo, con vistosos desfiles callejeros que celebran acontecimientos auspiciosos del calendario religioso, o ferias que conmemoran las cosechas, rindiendo culto a alguna deidad local. Y como lo inesperado irrumpe de continuo, marcando habitualmente toda la experiencia, quien comprenda la imprevisibilidad de la India, habrá comprendido su alma porque, cuando menos se espera, se pueden vivir momentos que alterarán la visión del mundo y del lugar que se ocupa en él.