Kiribati
Pocos lugares en el mundo pueden combinar tanto exotismo y tanta peculiaridad. El país está formado por treinta y tres atolones coralinos, y la isla volcánica de Banaba, todo ello diseminado en un área de más de tres millones de kilómetros cuadrados. Dentro de ellos, entre otras curiosidades, Kiritimati, la isla de Navidad, que es la porción de tierra poblada que saluda primero al nuevo año, además de ser el atolón más grande del planeta. Aunque las comunicaciones por el país resultan una quimera, ya que muchas islas se encuentran tan alejadas de las otras que, de no ser por una decisión de unificación, vivirían en fechas diferentes, ya sólo estando en Tarawa, la isla en la que se asienta la capital, se tiene la sensación de estar en un universo distinto al de la tierra, en el que el tiempo pasa apacible, calmado y sonriente, rodeado de aguas color turquesa, selvas, e indígenas amables a quienes el casi total aislamiento les ha permitido mantener intactas sus costumbres.