Un excelente destino para contemplar impresionantes vistas de montaña y experimentar el sentido de perspectiva que comporta todo viaje por el Himalaya, principal objetivo de la gran mayoría de los aficionados a la montaña. Dado que este país ofrece las rutas más icónicas y accesibles para descubrirlo, con escarpados senderos que llevan, entre otros, incluso al Everest y el Annapurna, es el auténtico paraíso de los senderistas. Para quien prefiere contemplar su belleza desde un mirador, y degustar la cultura nepalí sin esfuerzos, el país también le reserva un fantástico abanico de opciones, que pasan por deambular por las plazas y templos medievales de Katmandú, Patan y Bhaktapur, hacer rutas espirituales por estupas y monasterios centenarios, junto a peregrinos budistas, o visitar el lugar de nacimiento de Buda, en las llanuras brumosas cercanas a Lumbini. Porque Nepal es el centro cultural del Himalaya, como muestra el valle de Katmandú, que atesora magníficos palacios, maravillosos templos y diminutos santuarios ocultos en callejones. Por si todo esto fuera poco, al sur de las montañas, se ofrece algo totalmente distinto, basado en parques nacionales con fauna salvaje y peluda, donde los entusiastas de la naturaleza escudriñan las copas de los árboles en busca de aves exóticas, y peinan la jungla para ver rinocerontes, tigres y cocodrilos. Se puede ir a un lujoso lodge para hacer un safari en el céntrico Chitwan, o explorar el remoto Parque Nacional de Bardia o la Reserva Natural de Koshi Tappu, todo ello dentro de un país que combina una increíble y selvática fauna salvaje, con el Himalaya, y con templos dorados y encantadoras aldeas de montaña, en uno de los mejores destinos viajeros del mundo.
