Pequeña nación de dos islas, que forman parte de las de Sotavento, en las Antillas Menores. De origen volcánico, su relieve es ondulado y su clima tropical lluvioso, moderado por la influencia marina. Combina playas con hermosas montañas, y actividades para ocupar el cuerpo con una rica historia para hacer eso mismo con la mente. Al discurrir por el extremo norte de San Cristóbal, se pasa junto a kilómetros y kilómetros de caña de azúcar, ahora silvestre, ya que el cultivo que fue el sustento del país hasta hace no mucho, ya no existe, y las enormes plantaciones fueron abandonadas. Mientras tanto, las playas de la isla vibran con la maquinaria de construcción que ha hecho surgir una nueva economía basada en el turismo; incluso el tren que antes servía para transportar caña, hoy lleva turistas. Pero el cambio que se ha instalado con rapidez en esta clásica isla del Caribe oriental, no le impide conservar sus cualidades esenciales: una actitud vital despreocupada y un desprecio total por el estrés. Nieves viene a ser lo mismo, es igual que su hermana, pero en un paquete irresistiblemente tentador; la vuelta a la isla se completa en pocas horas, y es un auténtico placer. Ambas islas son muy parecidas, aunque difieren en los detalles. San Cristóbal es la más grande y así lo siente, pero Nieves es un conjunto más atractivo, con una montaña volcánica, un puñado de hermosas playas y una capital minúscula muy pintoresca, Charlestown.
