Taiwán
Es un estado con reconocimiento limitado, situado en el extremo oriente de Asia, a ciento sesenta kilómetros al sudeste del territorio continental de China, integrando una cadena de islas volcánicas al oeste del Pacífico, de la cual también forman parte las islas de Japón. Tras la rendición de éste en 1945, la República de China, que había derrocado y sucedido a la dinastia Qing en 1911, tomó el control de Taiwán en nombre de los aliados. La victoria de Mao en 1949, en plena guerra civil china, y la proclamación de la República Popular, llevó al Gobierno derrotado a refugiarse en Taiwán, también conocida como la isla de Formosa, que quedaba un poco fuera del alcance comunista, gracias a un cierto amparo occidental. Aunque el gobierno de la República de China continuó afirmando ser el representante legítimo de todo el país, desde 1950 su jurisdicción efectiva se ha limitado sólo a Taiwán, y a un buen número de pequeños islotes. Debido a este enfrentamiento ideológico entre los dos regímenes chinos, durante la época de la Guerra Fría se utilizaban con frecuencia las denominaciones «China Popular», para la República Popular China, y «China Nacionalista» para la República de China, es decir para Taiwán. Está mochila histórica y este halo de estar desde hace más de medio siglo desafiando al Gigante Rojo, que lo reivindica como suyo, es quizá uno de los principales atractivos de un curioso destino viajero que, además, tiene el aliciente de estar cubierto por bosques, en más de dos tercios de su territorio, de tener una bonita parte central muy montañosa, una población de más de veinticinco millones de habitantes, altamente urbanizada, y una moderna capital, Taipei, que se alza desafiante, con algunos de los edificios más altos del mundo, dentro de la economía más grande, y el estado más poblado, de entre todos los no miembros de Naciones Unidas.